En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

lunes, 8 de agosto de 2011

LA USINA DE LA PATRIA Y LA MENTE DE LOS ALUMNOS. Sexta y última parte

UN ESTUDIO SOBRE LAS REPRESENTACIONES DE LAS EFEMÉRIDES ESCOLARES ARGENTINAS*.

Autoras/es: Mario Carretero** , Miriam Kriger***
Según afirman los autores, la identidad nacional, como producto cultural, se sostiene sobre entes simbólicos que podríamos definir como “inventados”, como por ejemplo los metarrelatos escolares.
A continuación presentamos la sexta y última parte del artículo "La usina".
(Fecha original del artículo: 2005)


4) Discusión.
Tras este breve análisis, las efemérides parecen mostrarnos que, pese a ser un dispositivo decimonónico diseñado al servicio de la construcción de los estados liberales , siguen conservando su eficacia en la actualidad, en circunstancias muy diferentes (véase Margalit, 1997 para una explicación de la eficacia de los dispositivos  nacionalistas). Es decir: ellas parecen cumplir con el objetivo para el cual fueron diseñadas en tanto herramientas culturales, que es la formación de una identidad homogénea centrada en la nación. De una manera más bien mítica, ya a los 6-8 años los alumnos muestran poseer una idea de la “nación” cercana a una categoría ontológica, que opera como fundamento (arkhé) y también como destino (telos) de la historia de los hombres.
Esta eficacia se produce muy tempranamente, quizás porque hay una adecuación importante entre los objetivos escolares surgidos en el romanticismo nacionalista de finales del siglo XIX, con las características cognitivas de las formas de comprensión mítica y romántica. De esta manera, las efemérides contribuyen a la creación en los alumnos de lazos de identificación y pertenencia a la  nación través de procedimientos centrados en la adhesión emocional, que se apoyan en la necesidad de establecer los límites del mundo y los marcos referenciales de la propia vida. Ellas disponen en primera instancia un espacio de juego y ficción narrativa que introduce a los niños en la historia mucho antes de conocerla y de poder comprenderla al menos con cierto rigor disciplinar. Para que esa inclusión sea viable, les proporciona los elementos simbólicos necesarios para sentirse “argentinos”: repertorios lingüísticos, emblemas, y modelos con los que identificarse. Aunque esta investigación se ha realizado en Argentina, no hay razones que nos hagan pensar que en otros países de Iberoamérica no se den este mismo tipo de fenómenos y procesos.
En una segunda etapa, entre los 8 y los 12 años, encontramos que los alumnos incorporan una mayor cantidad de información sobre el pasado, procedente probablemente de las clases de historia, y las efemérides encuentran referentes concretos, hechos “históricos”  ubicados en un pasado que los alumnos ya pueden datar, aunque sea groseramente. Probablemente es en este momento cuando se afianza más visiblemente la identidad nacional y el núcleo de creencias y valores que persistirán residualmente, incluso tras la formación disciplinar.  Al final de esta etapa, que coincide con el de la escuela primaria, la formación de identidad nacional es un objetivo cumplido. Ello se manifiesta en que los relatos de la nación están entretejidos con los de la vida de los sujetos, como se ve cuando los actos escolares se constituyen como referentes vívidos para ambas instancias, como recuerdos que son asimismo una primera fuente de información sobre el pasado.
Posteriormente, las versiones recibidas en la infancia son cotejadas con las provistas por la historia curricular del final de la primaria y la escuela secundaria. Los conocimientos adquiridos suelen ser deficitarios y favorecen la disposición a conformar esquemas de comprensión más bien de carácter presentista, aunque ganen en una cierta comprensión de la complejidad social, que en su mayoría los adolescentes aplican de manera reduccionista a la representación del pasado.
La dificultad más común entre los alumnos para pasar de una comprensión totalizante a una reflexiva -o, en términos de Egan, de una filosófica a una irónica­parece tener una estrecha relación con la reiterada práctica de las efemérides desde edades tempranas. Se trata de la reificación de las categorías centrales, que se vuelven ontológicas, en esta percepción de la historia no hay agentes sino individuos que tienen un rol predeterminado y en la medida en que lo cumplen realizan su misión; de modo tal11 que la Historia (Única) es sobre todo un escenario moral y no político . En consecuencia, el relato del origen de la nación está protagonizados por hombres “de bien”, próceres cuya buena actuación se puede traducir como el desempeño correcto del rol que La Historia les había asignado (como si la historia fuera el sujeto activo y los actores sociales, pasivos).
Esta perspectiva moral de la historia, respecto de la cual la escuela se vuelve transmisora de un imperativo y un mandato que trasciende a los individuos, obstaculiza en algunos aspectos centrales la comprensión disciplinar, y se complementa con la dificultad para comprender el conflicto como principio activo de la historia y para visualizar identidades diferentes. Por otra parte, les confiere a los alumnos un lugar predefinido en una historia con abundantes modelos de identificación, con un alto nivel de certidumbres, que puede ser inferida lógicamente o supuesta.
Es en la transición a la forma de comprensión irónica donde observamos mayor dificultad, y notamos que los alumnos raramente pueden adquirir los conocimientos disciplinares ni las herramientas conceptuales para superar la profunda ambivalencia entre los aspectos emotivos y cognitivos del pasado común, ambivalencia estimulada por la aplicación temprana de dispositivos que propugnan la lealtad y la identidad nacional manifestándose de esta manera la contradicción entre los objetivos románticos y los ilustrados que mencionábamos en los objetivos de este capítulo.
Así, incluso en los alumnos mayores entre nuestros entrevistados, e 14 y 16 años, La práctica de las efemérides parece producir propugnar una interpretación y valoración del pasado que está siempre en función del presente, como se ve también en las respuestas a preguntas meta narrativas, como las planteadas sobre el sentido y futuro de estas celebraciones. Ello se manifiesta encontramos que gran parte de  nuestros entrevistados -incluidos algunos de  los que parecían haber superado los sesgos de las versiones patrióticas – en un nivel propositivo reproducen y reivindican la voz y los argumentos de la historia oficial aprendida en la escuela durante su  infancia.
Finalmente, nos preguntamos cómo incidirán estas cuestiones en el desempeño futuro de los ciudadanos del mañana, en un contexto global donde el estado nación ha dejado de ser el eje que puede articular los imaginarios ciudadanos. ¿Qué nuevo tipo de historia y qué nuevos imaginarios será capaz de construir y distribuir la escuela en estas nuevas sociedades? ¿Al servicio de qué objetivos podría ser rediseñada en Iberoamérica esa herramienta cultural que conocemos como historia escolar, en la que las efemérides ocupan un lugar central? ¿Es plausible producir en este contexto nuevas herramientas para la gestión de memorias e identidades que contribuyan a la construcción de sociedades pluralistas? ¿Cómo buscar respuestas a todas estas preguntas en un momento como el actual en el que la naturaleza de las naciones se está viendo profundamente transformada y aparecen y se consolidan nuevos contextos regionales, como son los de la Unión Europea o el MERCOSUR? Sin duda, todas estas preguntas servirán como estímulos para la necesaria investigación posterior.


Bibliografía:
-Amuchástegui, M., (1995). “Los rituales patrióticos en la escuela pública.” En A. Puiggrós (Dir.) Discursos pedagógicos e imaginario social en el peronismo (1945-1955). Buenos Aires: Galerna. -Anderson, B. (1983). Imagined Comunities: Reflections on the Origins and Spread of Nationalism. Londres: Verso.
-Asensio, M., Carretero, M, y Pozo, J. I. (1989). “La comprensión del tiempo histórico”. En M., Asensio, M, Carretero y J. I. Pozo (Comp.), La enseñanza de las Ciencias Sociales. Madrid: Visor.
-Asensio, M. y Pol, E. (2002) Nuevos escenarios en educación. Aprendizaje informal sobre el patrimonio, los museos y la ciudad. Buenos Aires: Aique.
-Barton, K. y Levstick, L. (1998) It wasn´t a Good part of History: National Identity and Student´s Explanations of Historical Significance. Teachers College Record, 99 (3) pp. 478-513. 
-Bertoni, L. A. (2001). Patriotas, cosmopolitas y nacionalistas. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina.
-Boyd, C. P. (1997). Historia patria: politics, history, and national identity in Spain, 1875-1975. Princeton: Princeton University Press. Edición en español, Historia patria: política, historia e identidad nacional en España: 1875­1975. Barcelona: Pomares-Corredor, 2000.
-Bruner, J.: (1990) Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva, Madrid, Alianza, 1991
-Carli, S (2002). Niñez, pedagogía y política: Transformaciones de los discursos acerca de la infancia en la historia de la educación argentina. Buenos Aires: Miño y Dávila
-Carretero, M. (2005): Documentos de identidad. Contradicción y sentido de la enseñanza de la Historia. Barcelona: Piados.
-Carretero, M. y González, F. (2004). “Imágenes históricas y construcción de la identidad nacional: una comparación entre la Argentina, Chile y España”. En
M. Carretero y J. F. Voss (Comps.) Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.
-Carretero, M. y Kriger, M. (2005). “ Construcción del pasado histórico y la identidad nacional: un estudio sobre las representaciones narrativas actuales de algunos argentinos en relación a la efémeride del 12 de octubre” Trabajo presentado en el seminario Alfa, Flacso-Argentina.
-Carretero, M. y Kriger, M. (2004). “¿Forjar patriotas o educar cosmopolitas? El pasado y el presente de la historia escolar en un mundo global”. En M. Carretero y J. F. Voss (Comps.) Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.
-Carretero M. y Voss J. F. (2004) (Comps.) Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.
-Castorina J. A. y Lenzi A. M. (2000). La formación de los conocimientos sociales en los niños. Madrid: Gedisa.
-Cuesta Fernández, R. (1997): Sociogénesis de una disciplina escolar: la historia. Barcelona: Pomares Corredor.
-Delval, J. (1994). “Stages in the child’s construction of social knowledge”. En Voss, J. y M. Carretero, Cognitive and instructional processes in history and the social sciencies. Nueva Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
-Egan, K. (1997). The educated mind. Chicago: The university of Chicago Press. Edición en español, Mentes educadas. Cultura, instrumentos cognitivos y formas de comprensión. Barcelona: Paidós Ibérica,  2000.
-Escudé C. (1990). El fracaso del proyecto argentino. Buenos Aires: Tesis.
-Finocchio, S. y Lanza, H. (1993). Curriculum presente, ciencia ausente: la enseñanza de la historia en la Argentina de hoy. Buenos Aires: Mino y Davila.
-Halperin Donghi, T. (1980). Proyecto y construcción de una nación (Argentina , 1846-1880).Caracas: Biblioteca Ayacucho.
-Lautier, N. (1997) À la recontre de L’ historie. París: Presses Universitaires de Septentrion.
-Margalit, A. (1997). “The moral psychology of Nationalism”. En R. McKim y J. McMahan (Eds.), The morality of Nationalism. Oxford: Oxford University Press. Edición en español, “La psicología moral del nacionalismo”. La moral del nacionalismo (Vol 1). Barcelona: Gedisa, 2003.
-Pérez Garzón, J.S., Manzano, E., López Facal R. y Rivière Pérez, A. (2000) La gestión de la memoria. Barcelona: Crítica.
-Pigna, F. (2004). Los mitos de la historia argentina. Buenos Aires:
Norma.
-Puiggrós, A (dir.) (1990). Estado y sociedad civil en los orígenes del sistema educativo argentino, tomo 2. Galerna: Buenos Aires
-Romero, L. A. (Coord.) (2004). La Argentina en la escuela. La idea de nación en los textos escolares. Buenos Aires: Siglo XXI.
-Rosa, A. (2004). “Memoria, historia e identidad. Una reflexión sobre el papel de la enseñanza de la historia en el desarrollo de la ciudadanía.” En M. Carretero y J.F. Voss (Comps.) Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.
-Sarlo, B. y Altamirano ( 1983). Literatura/ Sociedad. Hachette: Buenos Aires.
-Scavino, D. (1999) La era de la desolación. Etica y moral en la Argentina del fin de siglo. Buenos Aires: Manantial.
-Schnotz, W.; Vosniadou, s. and Carretero, M. (1999) (Eds.) New perspectives on conceptual change. Oxford: Elsevier.
-Van Sledright, B. y Limón, M. (2004) “Learning and Teaching Social Studies: A Review of Cognitive Research in History and Geography”. Chapter included in the Handbook of Educational Psychology, 2nd Ed. Editors: P. Alexander and P. Winne, December.
-Wertsch, J. (1998). Mind as action. New York: Oxford University Press. Edición en español, La mente en acción. Buenos Aires: Aique, 1999.
-Wineburg, S. (2001). Historical thinking and other unnatural acts: Charting the future of teaching the past . Philadelphia: Temple University Press.


Notas:
*Este artículo fue publicado por Ed. Paidós en un libro que compila las diversas ponencias de un encuentro entre historiadores de diferentes países, realizado en el marco del Proyecto Alfa, subsidiado por la Unión Europea. Datos sobre el libro: Carretero, M., Rosa, A. y González, M.F. (comps.) Enseñanza de la historia y memoria colectiva. Paidós Educador. 2006
**Mario Carretero, Universidad Autónoma de Madrid y FLACSO (Argentina)
***Miriam Kriger, Universidad de Buenos Aires y FLACSO (Argentina)


11 Este enfoque, que contrapone el abordaje moral al político, es desarrollado en relación a la interpretación de la crisis política argentina del fin de milenio por Scavino (1999).

No hay comentarios: