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miércoles, 9 de febrero de 2011

Descentralización y evaluación en Lundgren y Weiler

Autoras/es: Stella Maris Torre
a) Esquema de contenidos de los textos de Lundgren y Weiler.
b) Coincidencias y divergencias entre estos autores en el análisis de los procesos de descentralización y evaluación.
(Fecha original del artículo: Noviembre 2004)
a) Esquema de contenidos de los textos de Lundgren y Weiler.
WEILER 
LUNDGREN
CONFLICTO

El atractivo de la descentralización se mantiene incluso a pesar del interés supuestamente contradictorio del estado por mantener el control a través de una descentralización: persiste una tensión entre las consideraciones de control y de legitimación que se manifiestan cuando la descentralización se contempla en el contexto de la evaluación de su aplicación en los sistemas educativos.
En las reformas, la descen-tralización se da dentro de determinados límites, con lo cual no hay más autonomía o liber-tad, sino nuevos mecanismos de regulación estatales, poniendo a las instituciones y/o a los sujetos como coparticipantes, fragmen-tando el conflicto, corriendose de la responsabilidad en su gene-ración.
Ante el deterioro de la AUTORIDAD del estado (descrédito por polìticas centralizadas)
Al producirse cada vez más una dependencia de la ECONOMÍA internacional (disminución de las posibilidades de los estados de dirigir la economía nacional), además de un cambio en los mercados de trabajo
PERIODICIDAD
Los problemas son permanentes y las soluciones están vinculadas a un tiempo y a un contexto, cuando se presentan las crisis de finalidad (que "produce" el capitalismo).
Entonces, la descentralización puede ser definida como una ideología congelada que perió-dicamente se descongela.
Y en búsqueda de preservar su
LEGITIMIDAD
Se dan los procesos de 
DESCENTRALIZACIÒN
Donde el estado (aparentemente) cede algo del poder de decisión a regiones o a los particulares (ong, privadas)
Pero cuyo reaseguro es la 
EVALUACIÓN
En el ámbito nacional 
Para preservar el/la 
CONTROL
Porque la evaluación es particularmente un sistema de control que busca en el sujeto la responsabilidad (cargar en el individuo las consecuencias de las políticas de estado) y visibilidad que producen los sistemas educativos. Es decir, hay un corrimiento de responsabilidades y una invisibilización de estado y de los procesos que generan a aquéllas.
COORDINACIÓN
Porque la evaluación en el ámbito nacional provee los recursos necesarios para asegurar la provisión de información.

b) Coincidencias y divergencias entre estos autores en el análisis de los procesos de descentralización y evaluación.
En principio, los autores difieren en el enfoque metodológico. Weiler se basa en observaciones comparadas entre "países en desarrollo y países avanzados industrialmente", en cambio Lundgren, en una contextualización histórica de las políticas educativas, (aunque a decir verdad, ambos utilizan varios ejemplos referidos a los países nórdicos, Lundgren reconoce explícitamente esta limitación)
Las coincidencias están señaladas a muy grandes rasgos en el esquema precedente, y en cuanto a las divergencias, podría decir que Weiler relaciona la descentralización de los SE con el contexto teórico del ejercicio del poder por parte del Estado, sosteniendo que éste, en el ejercicio de aquél, tiene un doble interés: mantener el control por un lado y su legitimidad por el otro. Dado que la contradicción fundamental entre esos dos intereses se manifiesta en "endémicas" situaciones de conflicto, las políticas de descentralización -que llevarían en sí mismas "las semillas de sus propias contradicciones"- deben utilizar como doble atractivo el presentarla como instrumento de gestión para resolver conflictos, y también, como una forma de legitimación compensatoria. Es decir, resalta el carácter político de la descentralización, señalando que su reconciliación con la evaluación es muy difícil o incluso contradictoria: tanto la descentralización (renuncia) como la evaluación (recuperación) estarían relacionadas con el ejercicio de la autoridad del estado central. Por esto mismo considera que la idea de descentralización se muestra "ambivalente y precaria" y representa uno de los dilemas más profundos e insolubles para el estado.
Lundgren en cambio, relativizando las concepciones de Weiler en cuanto a las características estructurales del estado, vincula la descentralización con nuevas demandas sociales producto histórico, a su vez, de dos cambios: el ideológico –la educación como algo valioso en si mismo, como instrumento de cambio y como derecho- y el económico –relación entre producción y educación-. Nos habla entonces de cambios en las relaciones entre Estado-educación y entre sociedad –educación, desde una perspectiva de la economía como sustento de la política, y añadiendo al análisis de Weiler la consideración de los problemas de dirección intrínsecos al SE. En función de lo señalado, este autor propone considerar el movimiento favorable a la descentralización en su contexto histórico-social, y valorar la evaluación en relación al ámbito de su realización.
Si bien según Weiler, Lundgren otorga a la evaluación exageradas "capacidades míticas", ambos coinciden, como vimos, en que una de sus principales funciones es legitimar las políticas. Sin embargo, Weiler, al oponer legitimidad-control, explicita el conflicto y la contradicción, conceptos que, al desplazar el término "control" por el de "coordinación", quedan velados en Lundgren.

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