En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

jueves, 22 de marzo de 2012

Cuentos para la diversidad: 15. Luci

Autoras/es: Juana Cortés Amunárriz (*)
(Fecha original del libro: 2005) 
Relato recomendado para niños/as -10
Hola, me llamo Luci.
Tengo cinco años, el pelo muy rizado –como un estropajo, dice Julia cuando no me lo puede desenredar– y los ojos muy grandes –como dos lunas, dice Ángela acariciándome las cejas.
Vivo con mis dos mamás, Julia y Ángela, y con mi gata Miau.
También tengo un oso de peluche, Bomba, que duerme conmigo.
Cuando se aburre, Miau se pelea con Bomba y ruedan por el suelo.
Siempre gana Miau, claro.
Julia es traductora y trabaja en casa, rodeada de libros. Es quien me lleva al cole, me recoge, me baña y me corta las uñas. Si me porto bien, me hace para merendar sándwich de Nocilla. Me encanta el chocolate.
Ángela es azafata y pasa muchos días fuera, viajando. Cuando vuelve siempre me trae un regalo. A veces es una muñeca, para mi colección de muñecas de porcelana. Pero aunque me gustan mucho los regalos, el mejor de todos es tenerla a ella con nosotras.
Julia ha pintado en el techo de mi cuarto un mapa del Mundo. Así, cuando Ángela no está, miramos juntas el techo tumbadas en la cama y nos imaginamos dónde estará ella volando.
Antes de dormirnos le mandamos un beso cada una. Ella dice que los recibe allí, en el avión, a veces mientras sirve un zumo de naranja. Los pasajeros la miran y no saben por qué, de repente, se pone tan contenta.
Y luego, a escondidas, nos manda otro para nosotras.
Los fines de semana que Ángela está en casa, me meto con ellas en la cama al despertarme y jugamos a hacernos cosquillas. Las tres nos reímos a carcajadas y Miau nos mira enfadada porque a ella no la dejamos subirse a la cama. Lo llena todo de pelos.
Algunas personas piensan que es muy raro tener dos mamás. Pero yo creo que tener dos personas que te quieran tanto es… ESTUPENDO.

(*) Extraído de:
Colección Cuentos para la diversidad. COGAM. Colectivo de Gays, Lesbianas y Tansexuales de Madrid
 

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